Con la subida de las altas temperaturas se acelera el crecimiento de hierbas y matorrales en los solares urbanos, una situación que, junto a la existencia de restos de obras, puede provocar incendios durante el verano y problemas de salud pública, de ahí que el Ayuntamiento esté notificando a los propietarios de las fincas en núcleo urbano la obligación de mantenerlas limpias.
Según la ordenanza municipal reguladora del uso, disfrute, instalación, ocupación de la vía pública y protección del espacio urbano, los propietarios están obligados a la eliminación de la maleza, los desechos y los residuos y a la desratización y desinfección de sus propiedades. Se establecen tres tipos de sanciones en función de la gravedad de las infracciones, que van desde los 750 euros las leves a los 3.000 euros las muy graves y 1.500 las graves y que serán compatibles con la orden municipal de limpieza. Además, en el caso de que los dueños incumplan las órdenes de limpieza, el consistorio podrá actuar de forma subsidiaria.
Por otro lado, en zonas fuera de núcleo urbano, que no son forestales ni su ámbito de influencia, el uso del fuego para la quema de rastrojos, pastos, residuos, carboneo o para cualquier otra actividad agraria tiene que comunicarse con una antelación mínima de 10 días a la Delegación de Provincial de Medio Ambiente hasta el próximo 1 de noviembre, cuando se pasará de Medio a Bajo Riesgo.
Es preciso recordar que dentro de la delimitación de zona forestal y su influencia está prohibido cualquier tipo de quema y uso del fuego en estos terrenos, incluidas las áreas recreativas y barbacoas.