El Ayuntamiento tomó muestras a 200 de los casi 1.500 aspirantes tras las pruebas físicas.
Las oposiciones a bombero de Madrid se celebraron entre febrero y abril. La evaluación se divide en distintas partes: un test psicotécnico, otro de conocimientos, las pruebas físicas y una cuarta de oficios. Fue tras la tercera de ellas cuando, de manera aleatoria, el tribunal recogió una muestra de orina para su análisis a unos 200 de los algo menos de 1.500 aspirantes que habían realizado la prueba física. El estudio se realiza siguiendo los parámetros requeridos por la Agencia Española Antidopaje, que tiene elaborada una amplia lista con drogas y fármacos para mejorar el rendimiento que están prohibidos. Normalmente, lo que consiguen estas sustancias es un crecimiento extraordinario de la masa muscular en poco tiempo y una mayor resistencia física.
El mero hecho de ser descubiertos en esta práctica supone la eliminación instantánea de los opositores en cuestión, independientemente de sus marcas en toda la evaluación.
Al resto de aspirantes que superó el test físico, 207, se les practicaron análisis sobre la presencia de drogas de abuso en su organismo. Todos dieron negativo.
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